
Dioses de la noche invaden la ciudad
nadie sabe que ansían la libertad
en sus corazones la ponzoña corre sin piedad
No le temen al luminoso amanecer
son una raza de vampiros inmortales
que pueden ver el sol sin desaparecer
Saltos que rasgan con suavidad el viento
que superan a cualquier poderoso intento
de ver sus figuras negras en el oscuro cemento
Amantes de la luna que espera serena
con su luminoso manto de estrellas
les rinde homenaje con su estampa bella
Salen de la ciudad a buscar alimento
que les sacie del cruel tormento
en sus gargantas la sed corre como el fuego
En ese bosque cazaran sus presas ansiadas
sufrirán un castigo eterno las crueles alimañas
para alimentar estos vampiros de dulce alma.